El verano es época de calor y de
actividades al aire libre, y si son en un entorno fresco y ligadas al agua
mucho mejor. Por ello una de las actividades estrella del verano es el trekking
acuático por el clariano, una ruta absolutamente es-pec-ta-cu-lar.
La actividad consiste en una
ruta de 6km descendiendo junto al rio de en su tramo mejor conservado. Es un
ambiente constantemente cambiante por la vegetación; cuando esta nos impide el
paso, simplemente seguiremos camino.. por dentro del agua. El clariano es rio
de poco caudal asi que nos llega a las rodillas o los tobillos según tramos,
refrescándonos y permitiéndonos caminar bajo el sol de verano sin notarlo. Por
supuesto, el rio es muy cambiante y nos toparemos con pozas que debamos
atravesar mojándonos completamente, así que por mucho calor que haga, no nos
dara tiempo a secarnos ya que el juego con el agua es constante. Siempre
mantenemos contacto con el suelo y la corriente es mínima, por ello no lo podemos
considerar barranquismo, de hecho, lo único que debéis traer es una gorra,
bañador y eso si, zapatillas de deporte que mojaremos pero nos permitirán
caminar con comodidad y con el pie sujeto. Y a partir de ahí, al agua!
Aparte de la diversión, esta la
belleza del paraje y la sensación de aventura al atravesar rincones y parajes
vedados a las personas, por el simple hecho de que para llegar hay que mojarse;
tan fácil y evidente, y a la vez tan lejano y desconocido, nos convierte en
auténticos descubridores.
El tramo tiene una riqueza
especial que lo hace en realidad el mejor espacio natural de la población, y
entre los 3 mejores de la comarca y pese a ello totalmente desconocido. El rio
esculpe un cañón de unos 30-40m de altura en una piedra particular, el tap, un
limo blanco compactado que se disgrega y desgasta fácilmente. El desnivel provoca que la tierra desgastada corra sin acumularse, dejando la piedra
de tap pulida y blanca, y formando curiosas formas orgánicas como si fuera el
lomo de una ballena, entre los cuales corre el rio formando toboganes,
cascadas, meandros y serpientes de formas caprichosas. La vegetación que
consigue agarrarse en alguna esquina crece exuberante formando islas y dando
grandes contrastes de color con el paisaje casi lunar del tap. Las madrillas y
barbos corren a miles entre nuestros pies, y su número no es exagerado como
veréis. Se ven signos constantes de huellas de animales e incluso suele
sobrevolarnos las garzas reales con sus casi 2m de alas, curiosas de ver quien
entra en sus dominios, y tampoco es raro ver algún galápago autóctono. En el
tramo final las aguas se remansan y las paredes se estrechan, dejando un
desfiladero de apenas 10m de ancho y gran altura, donde la vegetación cierra en
forma de cueva. A uno de los lados, las filtraciones de agua provocan
estalactitas de tosca, esa piedra porosa que crece por la cal que va
recubriendo el musgo y helechos, ofreciendo una imagen mágica. El comentario de
la gente es siempre ‘y esto esta aquí mismo y no lo sabe nadie..’,
sorprendidos. Después del tramo final volvemos hacia el sol, ya que después de
un par de horas en el agua el calor esta olvidado por completo, y se agradece
un poco de calor, que mejor en verano..
Tras esto, vuelta a los coches y
de ahí al Pou Clar, el nacimiento del rio con sus lagos, cascadas y agua
transparente y helada, recién emanada de la roca, para dar un último chapuzón e
ir a comer, al restaurante unos, y de picnic en el mismo paraje otros, para
disfrutar del lugar y la naturaleza en su esplendor, y sin calores! Una ruta 10
para todo el verano y todas las edades y una de las mejores ofertas de
naturaleza en toda la Comunidad Valenciana, sin duda. A qué esperáis? ;)